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Javi Creus: «Debemos construir el trabajo en lo que nos aporta»

Javi Creus: «Debemos construir el trabajo en lo que nos aporta»

  • noviembre 24, 2016

En la anterior entrevista, Javi Creus nos habló del crecimiento acelerado de las empresas y de su último proyecto, Pentagrowth. En esta segunda entrega nos presenta algunos conceptos alrededor de la economía colaborativa.

¿Cómo definirías el concepto “economía colaborativa”?

El crecimiento se produce cada vez que alguien reordena lo disponible para hacer algo más valioso. Lo que cambia es la receta, las combinaciones posibles dependen de tres cosas y todas se están multiplicando:

  • Cuánta gente tiene derecho a hacer recetas, que dependerá de los derechos civiles, de las libertades políticas y sociales, con lo cual habrá más gente produciéndolas
  • Cuántos elementos son combinables, teniendo en cuenta que cada salto tecnológico hace que sean combinables más cosas, y más en tiempo real
  • Qué normas tenemos para hacer esas combinaciones

Lo que hemos visto hasta ahora llega hasta el móvil y ha incorporado la confianza en lo extraño y la confianza en lo abierto. Ahora empezamos a ver la evolución hacia el ‘Internet de las cosas’, la inteligencia automatizada y la confianza automatizada: entramos en una nueva galaxia de posibilidades que hace que lo que estamos viendo ahora sea el inicio de un nuevo fenómeno.

¿Qué puede aportar esta economía colaborativa al mercado de trabajo? ¿Puede cubrir la necesidad de puestos de trabajo?

Trabajo no hay para todos y quizás tampoco es necesario que lo haya y debemos construir el trabajo en lo que nos aporta: ingresos, progreso personal, relaciones sociales, sentido de contribución, etc. Quizás esto se puede desacoplar y, por ejemplo, los ingresos pueden venir de otra parte.

Más que buscar respuestas a las preguntas que teníamos, como por ejemplo, ¿cómo creamos empleo para todos? Quizás podemos mirar otras cosas como sanidad, por ejemplo: si consiguiéramos crear una cooperativa de ciudadanos donde pusiéramos a disposición de la ciencia todos los datos, este sector aceleraría notablemente. En la educación pasa igual: podemos combinar las lecciones de los mejores profesores con la asistencia a clase de la gente más capacitada para fomentar el deseo de aprender en los niños y niñas. Estos son nuevos planteamientos en ámbitos fundamentales para la sociedad que permitirían darles un empujón. Creo que es el momento de planteárselo.

Uber y los taxistas, Airbnb y los hoteleros. ¿Cómo se gestiona esta coexistencia? ¿Han venido unos para expulsar a otros o tendrán que convivir?

Sería lujo social el no permitirnos que hubiera ofertas de transporte flexible en la ciudad o no permitirnos ocupar capacidades vacías, o no producir nuestra propia energía.

Cuando algo es mejor no compite, lo diluye. Estas nuevas empresas son especies invasoras: si empezamos a regar el desierto lo primero que aparece es una primera especie de colonización rápida, que es resistente y que probablemente expulsa a los demás. Las invasoras no son necesariamente las que se quedan, muchas veces crean un campo de fertilidad para que la diversidad cree un ecosistema más variado.

¿Debería impulsarse una regulación la economía colaborativa? ¿Cuál crees que será la dirección?

Debemos ver cómo hacemos la transición. Hay un informe de la Autoritat Catalana de la Competència que plantea en qué debemos pensar como llevar a cabo esta transición, si bien al fin y al cabo todas ellas acabarán conviviendo.

¿Cómo cambia la economía colaborativa el rol de los trabajadores y los recursos humanos?

Debemos cambiar la idea del ciudadano productor, del agente pasivo, y fijarnos en la idea del ciudadano empoderado, capaz de financiar sus iniciativas, de desarrollar sus capacidades… Si nos centramos en esto lo que está claro es que esto es un cambio importante en las relaciones trabajo-empleo que teníamos hasta ahora. El que prueba a desarrollar su potencial en su actividad y no hacer de su vida un empleo, sino de su empleo un estilo de vida, difícilmente tendrá marcha atrás.

Las organizaciones saben que no todo el talento que necesitan está dispuesto a entrar en la típica dinámica organizacional con un horario establecido y una organización por tareas. Lo que me parece muy relevante es que a medida que los ciudadanos están más conectados y son más conscientes de sus capacidades productivas, prefieren trabajar por misiones que por tareas. Ser capaz de organizar un espacio de trabajo teniendo conciencia que lo que a la gente le motiva son los objetivos y que se les dé recursos y autonomía para desarrollarse, es el aprendizaje que deben realizar las organizaciones si quieren atraer talento.

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